31 de diciembre de 2010

Palabras perturbadas.

Suspira. Siente el mar.
Te arrastra sin remedio y te adentras en sus aguas. Frías, turbulentas, te llevan hacia dónde nunca imaginarás. Son recuerdos, mueren, y puede que algún día desaparezcan al fin. Por el desagüe del olvido, allí, tus dudas debes empujar.
Ese fuego cálido y brillante, aquél que nos envuelve en su manto de ternura, se derritió y quedó tan líquido, que ahora de mis ojos sale infinito.
Qué daría yo por todo, aún sabiendo que tanta nada tiene, si de amor no me faltara y de risas, me sobraran...

22 de diciembre de 2010

Empañas mi cristal.

Veo el mundo tras el cristal del dolor, y que a pesar de dejarlo entrever todo, lo envuelve con una áspera capa:
Me roza el alma al contemplarlo, sea noche o día, aunque sobretodo al imponerse en el cielo las estrellas. Recordándome... una dulce e incumplida promesa.
Apacigua unos latidos, antes entusiasmados por la viveza de las llamas, no con caricias sino más bien a puñaladas. Desangrando, se cansa, aunque el veneno no se marcha.
Aspira, corta y destruye, un alma entregada, que por bandera la entrega de un amor portaba. Congelada -por tu ausencia a mi vera- y ahora tan frágil... puedes machacarla.

Dime cuantas de tus noches lloradas fueron farsa y qué palabras de las tuyas no eran falsas.
Supiste decir te amo. Pudiste besarme antaño. ¿Podrás volver conmigo, contarme por qué este daño?
Porque me encuentro en este estado, con un reflejo de ti que no te pertenece, y una nueva amiga que no aparece por mi vida. Y lo que daría para que esa luz, volviera a brillar por ambos; te mostrara el camino de la disculpa y a encontrarme en este lío me ayudara.


[Entrada num.150. Gracias por no aburrite y por leerme.]

19 de diciembre de 2010

Descomponer una pérdida.

Nunca un silencio sonó tan amargo...

Mi corazón no ha cambiado, al igual que las lágrimas que hoy derramo.
Me escucha una vieja amiga, tan callada.
La sombra de una luz que jamás existió. Sólo una pantalla.

Y suena una voz conocida. De tiempos ahora tan... pasados.
No hace sino completar el vacío. Diciendo aquello que yo nunca he escrito.
Sobre rabia, impotencia, dolor y pérdida. Y dulzura... qué dulce hoy por ti todo es.

Grita! Y nadie, nadie te escucha!
Siento como mi corazón intenta alzar el vuelo...
No sin sentir cada uno de los huesos rotos de sus alas.

Seguirá durante milenios sonando siempre la misma tonada.
Volverán las noches de escritura para nada.
Esperando... Quedaré como estatua de piedra esperando tu llegada.

Oh, tonto joven inocente corazón.
Viejo estúpido y ciego morirás.
Los minutos pasan; tus horas se van.

Sabes nada de ese brillo nunca alcanzarás.
Qué paz... las horas cuando amo al amor que todavía he de encontrar.
Y lo que duele, tus palabras nunca dichas para dar...

Tengo mil mundos: un día de amistad por cada segundo a mi lar.
Dos besos por cada mirada que brille durante una eternidad.
Pero confianza, ah... de eso difícil no te sería conseguir.

Pues conoces... ¿O acaso no lo ves?
Amor. Dilo como quieras decir.
Sé que es lo más grande que ha ocurrido jamás.

21 de noviembre de 2010

No es suficiente.

Del suspiro que lancé un día,
salió un trocito; una parte de mi vida.
Volaron pedazos del recuerdo de esa tarde,
y quedaron libres para ir donde quisieran.
Porque mi sueño convertido en realidad... hoy se hace trizas.
Y la distancia es sólo un metro de lo lejos que me dejas.
Los pétalos de flor atrás pensé que quedarían.
Y ahora vuelve el dolor de no saber si me querías.

Debí quedarme aparte, para no tropezar por otra chica.
Pero me juraste muchas cosas.
Y hoy me siento como un idiota.
Aunque lo peor es que de algo no dudo,
y sé que seguirá así durante mucho tiempo;
que mi corazón no cesa ni un momento,
en su búsqueda por el aliento de tus besos.
Así que así es como debo sufrir condena.
Por atar demasiado fuerte mi razón a tus ojos.
Y a mi vida, toda esta pena.

No necesito ni un solo fuego,
para avivar el sentimiento.
Porque si te digo un secreto,
la mera chispa prender lo hace.
Pero estoy como atrapado... en un charco, bien abajo.
Que para mi lo es todo, y tan fácil de él sería sacarme.
Y no puedo odiarte. Ni siquiera mal mirarte.
Solo quiero morir pronto; dejarlo todo lejos.
Porque puedo jurarte: que moriría antes que dejar de amarte.

Pero no me siento bien. Hoy no puedo sonreírte.
Dejaste olvidadas tus palabras en un cajón de mentiras.
Pues de allí salieron todas, y ahora de nada te sirven.
Conseguiste lo que querías, y yo, pasar por lo que huía.
De nada sirve, llorar por nada.
Porque no se quién soy, porque tú me haces ser.
Y los latidos que te hicieron dormir, ahora se paran.
Heridos por una fina cuchillada: fría y limpia como nada.
Un adiós silencioso... clavado por la espalda.

---

Lo he contado tantas veces...
Pero es que hay algo que me guía;
me hace seguir hasta el final aún sin vida.
No como todos, ni de una forma permitida.
Pues yo sólo traigo al mundo las palabras,
que nacen al compás de una melodía;
el latido de unos tiempos felices.

Aunque algo no entenderé. Y es que...
¿Por qué no hay respuesta a mi súplica?
¿Dónde tu cariño quedó a la deriva?
Porque mantuve el faro encendido noche y día;
mi amor no podría brillar por nadie más más.
Me dices sin escribirme y siento que te vas.
Sé que sabéis que el porqué no sé.

Pues si todo claro, como ayer estuviera.
Vería los púrpuras y el mar estando en calma.
Y el viento como tus caricias a mi alma.
Todo si por razón alguna... estuviera.
Pues las noches se reflejan en mis lágrimas,
como después de todo así de roto quedó todo,
Y es por eso que lo he contado tantas veces.
¿Vives? Porqué si no mira lo que ya no eres...

Vuelve, vuelve o marcha, pero decídete ahora que aún puedes.

20 de noviembre de 2010

No viste el último...

¿Por qué tu silencio?

Ahora quiero desaparecer.
Nuestras manos enlazadas, están bien lejos atadas.
Quise quisieras ayer quererte, diste diese lo que hoy doy...
Pero tu me robaste, y ahora estoy lejos de amor.

Vuelve conmigo, déjala ir. Mi corazón sabe de esto.
En prisión mueren tus sentimientos. ¿Dónde está tu cerradura?
Mi llave esta oxidada; no encaja... y liberarlos no deja.
Tus besos, caricias y risas; ahora quedados en nada.

Piensa, sueña, recuerda qué fue...
Existe, espera y anhela; volver a estar juntos sé.
Porque te giraste antes de tiempo...
Y no viste el último; tierno, dulce y ahora perdido sin ti.

19 de noviembre de 2010

Vainilla ahogada en chocolate fundido.

Iluminado por la tenue luz.
Y con mis pasos resonando en el pasillo.
Sigo vivo, aunque me pregunto mi razón.

Quizá detrás de la esquina esté,
todo brille y el día vuelva a sonreír.
O puede que mi razón termine por la muerte.

Deseo y no sé que deseo. Quiero pero...
¿Qué quiero? ¿Te quiero?
Deseo saber si debo quererte.

Porque el sonido ya se va...
tus ecos oscurecen todo al partir.
Y muero... sin saber que hacer.

Así que corro para encontrarte.
Descubrir de nuevo aquello que me hace feliz.
Y ver que vida tengo al fin.

Aunque a pesar de todo y nada...
estático algo ojalá así seguirá.
Tus palabras; esperar que no se irán.

Porque son un faro, escondido y valorado.
Una perla en el mar, detrás del tiburón.
Y te quiero conservar; con mis palabras intentar.

Pienso sin pensar. Sueño pero...
No se si es el de verdad.
Dime con que sueñas, y entre los
dos algo mejor lograremos crear.

Y así aún rodeado por la inmensidad.
Mi locura perpetuarlo ojalá consiguiera lograr.
Tu apoyo, que hoy es mi verdad.

Ya que consigue dibujar un sendero,
por el cual logro andar...
Y espero que me lleve lejos,
cerca de ti, quizá para devolverte
todo eso y más.

17 de noviembre de 2010

Los de ahora...

Sólo un murmullo inaudible que resuena por unos pasillos ya olvidados.
Mis palabras son el llanto y la vida mi desgracia...
Elegí el sendero tortuoso, ahora azotado por las plantas.
Pues ahora nadie lo sigue... quedó abandonado y ahora es de nadie.

Quiero alzar la voz. Deseo que todos lo oigáis.
Pues la vida es desgracia y mis palabras son su llanto.

Sí, escuchadme todos si podéis...
Porque todavía no es tarde y la última hoja no cayó.

Arreglad vuestras almas, corazón y deseos.
Miraos si no, y veréis lo que veo.
El mundo se envenena y la ponzoña somos todos.
No soy yo, ni él ni nadie. Sólo tú podrás cambiar.

Quiero que veas mi mirada. Triste... tras toda esta farsa.
Pues ni dais ni regaláis; pues ni veis ni escucháis.

Sí... de nada servirá esconderse de la verdad.
Porque el final al que os arrastráis será vuestro final.

Y aunque mis palabras queden ocultadas...
por todo, por nada, porque éste todo vale casi nada.
Habrá alguien, sólo alguien, que quizás me entenderá.
Quiero hacer de éste un mundo mejor; gente que utilice el corazón.

9 de noviembre de 2010

Ausentes...

Mis pasos suenan ausentes, la vida se escorre entre éste tiempo.
Deseo tenerte a mi lado, olvidar las cosas hoy presentes.

Chillo en silencio, como siempre, y sigo en el mismo lugar, como siempre.
Si algo es perpétuo, es mi amor inquebrantable, que no comprende las despedidas que le acosan dia a dia hasta la muerte.

Tus besos se han evaporado y la sed es ahora más fuerte. Siento que me estoy ahogando, sin tu aire y sin la fuerza del tequiero.
Te añoro, te escribo, aunque de razones quedan pocas. Y parece que lo mio, es inútil.

Cambiaste... y el cambio consigue romper mi vida. No veo tus caricias en palabras, ni las horas a tu lado en la distancia. Ahora no sé... no sé nada. Y la nada es la que está instalada... en mi vida, la muerte, mi mirada.

Son palabras sin sentido, repetidas, desde hace ya dos años sin sentido.
Así que seguiré andando ausente, mientras el tiempo escorre mi vida.

6 de noviembre de 2010

d020r

Nace de la impotencia... crece y se expande apretándolo todo. Lo ocupa entero, pensamientos, sueños, emoción... y la acción es el único medio práctico para solucionarlo.
Pero en la distancia... palabras perdidas, conversaciones sin sentido, cosas que no logro decirte.
Y muero, lloro, quiero volver atrás... donde tu eras el todo que bañaba de felicidad mi vida.

Se acabará... mi tiempo resbala durante el día y se congela en la noche; ajeno con la luz, que es el recuerdo de nuestra historia acabada, y perdido en la oscuridad, que me descubre lo que se ha cernido sobre nosotros.
Dime que me amas... seré tuyo, seré el que siempre he sido. Nada puede cambiar, todo quedará... o quizás es al revés.
Mis palabras se entremezclan, ahora que han perdido la guía que les daba su color... porque hoy son grises, venenosas.
Las odio.. me recuerdan lo que demuestras. Vuelve, acláralo, quiero parar de mentir.

Hoy soy feliz, a tu lado en la distancia estoy, y las millas son besos que nos acercan sin querer.
Nada nos separa... logramos vencer en la adversidad.
Y todo se queda en nada, porque las palabras dichas no valen. La verdad duele sin remedio ni opción.

Tu dolor... llévatelo... no es mio, lo juro.
Yo sonreía, todo antes de que volvieras para marchar.

31 de octubre de 2010

Busca en las notas del ahora.

Busca allí donde todo parezca distante y extraño, a pesar de formar parte del pasado.
Pensarás que lo lograrás, pues has tenido tiempo, pero será traición si no miras atrás.
Preocúpate, sólo un poco al menos. Fíjate en las notas que ahora flotan en el ambiente. Son rojas... azules... ¿Dañan todas? No es difícil encontrar algo que siempre ha estado ahí.
Los cambios son necesarios, dicen algunos. Otros tienen miedo a ellos en según qué cosas... y prefieren que todo quede enmarcado en un cuadro de infinidad.
Elige un bando, respeta al otro. Demuéstrale tus verdades para que venga la tranquilidad.
Sí, quizás... Culpa por ver lo que se dejó. Pero desgracia detrás si no se cumple con lo que dijiste que dirías.
Así que vuelve para no volver. Regresa para permanecer. Aparece para mostrar. O sé quien juraste y ayuda al final.

Mi parte no puede seguir. Impedido me veo si no descubres el quid...
No sé el porqué... menos si hay un quién, porque ahora ya no sé. No comprendo por qué el dónde todo lo cambió ni que un cuándo tan minúsculo fuera decisivo, pero estoy abierto por un tiempo,
como estuve con llave por ti esperando bien cerrado.
Fíjate en las notas que ahora suenan... Ya no hay naranja... ni morado... los recuerdo todos, y a pesar de ello lo logré. ¿Por qué? Hubo intenciones, y aunque la precipitación también estuviera presente las disculpas aparecieron... a su tiempo. Pero están. Llegamos lejos, lo prometo, y lo mantendría si no fuera por las notas que ahora suenan.
Escucha... el negro tuve por ti. Las melodías cambiaron, se volvieron oscuras, intentando alcanzar un mi blanco nuevo... Y toleré mucho... Mi rojo y mi azul intentaron seguir. Ahora ya no, claro. Ni blanco ni rojo ni azul... sólo un negro que no es como el que era...

Y surgió un odio. Algo nuevo...
No quiero que siga viviendo. Mátalo.
No tardes... porque se queja de mucho.
Porque aunque las cosas cambiaron:

no quedaban ya primeros besos perdidos,
playas oscuras llenas de una luz enemiga,
protecciones equivocadas que a nada llegaron...
ni amigos de amigas que dejaron aquí de existir.

Los amigos ahora de cerca muy lejos se fueron,
las protecciones octogenarias dejaron del todo de existir,
distancias insalvables que se añadieron a la lejanía,
y besos perdidos por primera vez.

A pesar de todo, la melancolía nunca cambia.
Se me difícil que comprenda es...
Pero todo estatuvotará escrito aquí ahora y en el ayer.
No digas no digas, porque todo lo digo para no decir: ella lo dijo.

28 de octubre de 2010

distintas versiones de una misma realidad

Escrito por la madrugada un día más..:

Cortaste mis hilos, y ahora soy sólo una marioneta invalida.
Cuando tu corazón aún me daba besos, podía decir mi vida.
Espera ausente, conociéndolo todo. Seguiré pendiente, muriendo a poco.
No busques rimas... Y si mis palabras dañan, será porque estarán dañadas.
Dame una sonrisa y yo te daré otra.

Escrito hoy al mediodía, un día más:

Me visto de un verdadero traje de un sinceridad.
Así voy por la vida, llena de gente sin planchar ni lavar.
A veces veo debajo de ellos, y están podridos. Pero ah, me gustaría
ser uno de ellos. Vivir ajeno a mi realidad, ser alguien... sólo
alguien más que no se preocupa por la verdad y que es inocentemente feliz.
Y es imposible vencer ante tanta mugre... incluso cuando hablamos de la pureza.
Entonces a veces pueden llegar a traicionar.
Si conocieras mi vestido, comprenderías mi sentimiento.
Te dejarías de todo, vendrías a mi, y ah... yo sería mil veces
más feliz que esos pobres infelices que viven apartados de lo real.

Lo repetiré. La simpleza de uno mismo a veces le convierte, quién sabe porqué,
en alguien distinto a los demás. Y mientras ellos ni luchan contra lo que hacen,
me tengo que ver incluso expuesto a sus actos, sufriendo por todo el mundo.
Ciegos...
¿De qué os sirvieron los millones de años de evolución?
Sólo veo dolor... y en mi huellas de la mano invisible que guía los corazones
de sus criaturas.
Dime loco, yo se de que me hablo. Llevo 15 años viendo que todos los demás
son diferentes, y me es difícil encontrar alguien que valga de verdad.
Aunque si te digo un secreteo, no es eso lo que me preocupa día, noche, mañana, y tarde.
Porque por suerte hay un pequeño grupo de individuos que parecen sensatos, y me
ayudan...
O al menos intentan arreglar algo que fue fabricado sólo por ti, y que únicamente
tu podrías curar.
No diré nada más...
Seguiré esperando un milagro y quizás algún día lo consiga superar.

Te..estoy olvidando sin tu querer.

3 de octubre de 2010

Arena...

Se arrastran mis pies por la dura arena...
Me va desgastando, erosionando... Y se arrastran mis pies, por la infinita arena.
Mis ojos no penetran la distancia, y no hay luz que hoy ilumine mis andanzas.
Te quiero... ¿Dónde estás? Te perdiste en la soledad de la distancia, en el murmullo de la calma
Me siento cansado como si llevara décadas a mi espalda. Me siento agotado, y espero descansar, como si aceptara el destino que pronto se me llevará.
Mis tiempos se han cambiado, no soy como los demás, y la culpa la tienen las ilusiones, que me engañan aprovechando mi soledad.
Pues no hay nadie que no empiece solo en este mar de arena y sal. Que me seca, roba y gasta mis fuerzas hasta el final.

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Tu fuiste real... tan real como los besos dados y por dar. Te sentí, te toqué, y ahora siento el no poderte tocar. Tu fuiste tan real, que cuando te convertiste en ilusión, mis fuerzas se desvanecieron tan rápido como todo cambió. Y ahora ando por el mar infinito de la soledad.
Los demás encontraron su luz, y guiados por ella, han conocido la felicidad. Mi luz desapareció...
No tengo fuerzas para crear una yo solo para atraer a los demás. Ahora ya no. Pues cuando brillé con intensidad, los demás pasaron de largo, y cuando recuerdo cómo brillabas tu, me doy cuenta de la oscuridad que ahora me envuelve.
Del final trágico que no llegará...

___


Doy tumbos, dad vueltas... No iré a por vosotras, ilusiones despiadadas. Porque cuando seáis reales, todo desaparecerá.
No fue la distancia, ya no fue el amor, lo di todo y fui más tuyo que de nadie... pero lo real desaparece y sólo queda un mar de arena.
¿Dónde estás? ...

¿Qué me haces...?
...

¿Dónde... .... hasta dónde me haces llegar?
...

Voy a dormirme una vez más, rezando para que la arena me logre enterrar.

Cansado... cansado... cansado... cansado....
Me pierdo... cansado.. te.......o.... te obligaré a volver...
Cansado... cansado... cansado... cansado....
Me pierdo... cansado... te quiero. no estoy... no estas...
No hay nada.
Sólo soledad.

30 de septiembre de 2010

La melodía...

Nada eres, nadie soy; y a mi nada me llena y a ti nadie te quiere.
Será nuestro secreto, nadie lo sabrá. Pues por nada daría mi vida.
Y si en la nada me pierdo, no permitas que nadie me salve.
La nada es mi todo y no será nadie quien eso cambie.

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Las mil palabras pasadas de nada recordar servirán... pequeñas semillas que lograron crecer entre la maleza, son arrancadas de un fuerte vendaval. Y el mal tiempo no disipa, y las plantas, mueren... y se van.
Tus palabras cariñosas, ahora insípidas y neutrales, como casados por conveniencia, me saben amargas al probar. No debería quejarme, pues si lo que puede ser y no será se cumpliera, mis escritos sonarían vacíos y sin sentido ante, de tu amor, la inmensidad. Pero lo que imposible es y menos cumplido se verá, es aún más difícil, y cada día pierde más la posibilidad de ganar.
Será algo que no se, lo que no quiero y evito gracias a la oscuridad. La que en su día me acogía ya antaño... cuando del amor era un bebé y de amor todo un titán. Y ahora ni lo uno ni lo otro, me siento perdido sin saber si amar.
Ella en su vientre me mima, me priva de los males que acechan fuera de mi visibilidad.
Estoy solo, lo asumo... y lo gritaría a los cuatro vientos si falta tuviera que hacer. Pero no es el caso y el amor puede fluir con libertad. Liberándose de las ataduras de la mortalidad.
Sí, mis ojos quedan húmedos, y mis labios como desiertos hace tiempo que están. Pero no hay mares ni manantiales, cerca, o dispuestos, que disipen mi sed y me logren saciar.
Te busco, la sigo, y hasta llego a volverle a usted extrañar. Tres o más direcciones, todas con un futuro desconocido y sin explorar.
Pero no debo arriesgar, necesito centrarme en mi y calmar mi alma que está a punto de sucumbir.
Los demás me animan, con palabras vacías que necesitan una melodía que sólo alguien puede tocar.
Y vuelvo a perderme... me pierdo, aunque sólo necesito de ti, y un amor que por alguna razón me es imposible dejar.

21 de septiembre de 2010

3x-2x-1x...

Diré las palabras que nunca tendría que decir, y contaré en silencio que mis gritos en la oscuridad se apagan y desaparecen cuanto más cerca estás. De mi corazón, claro está.
Sabré que me amas por las palabras que nunca llegarás a decir, y contarás en silencio mis gritos en la oscuridad siendo consciente que se atenuarían si llegaras a regresar. Junto a mi corazón, claro está.
Y soñaré que todas palabras que nunca tuvieron que ser escritas fueron contadas en silencio por gritos en la oscuridad que se apagaron y desaparecieron al saber claramente que estaría de nuevo contigo, mi corazón.


La indiferente lluvia que cae arrastrando temores, me porta ahora dudas incomprensibles sobre el futuro de un amor cierto, sincero y que no quiere ser dejado de lado por nada de éste o ningún universo de la realidad.


Voy a perderte al extraviarme en la oscuridad de las tinieblas que tú, amor, traes a mi querer.

12 de septiembre de 2010

I'm just a prisoner of love...

Sabiendo que debo hacerlo desaparecer de mi, y conociendo que nada puedo hacer por evitarlo, el dolor se hace poderoso y todo los esfuerzos por detenerlo parecen ser inútiles.

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Demasiados miles de palabras, encerradas todas en cuatro bandas, sin motivo alguno de existir y dejando claro las dificultades de mi existir.
Existir me enseñó una cosa, y aprendí a conocer que no descubrí nada. Vagando sigo buscando un lugar donde parar. Algún sitio en el que el preocupar se centre en lo que voy a decirte antes de que te vaya a besar...
No sólo deseo algo imposible si no que en mi incomprensión de esta extraña vida, me aferro a la obsesión del no llegar a conseguirlo. Te pido a ti que no eres nadie, me pido a mi que lo sé todo, qué será de mí ahora que todo empieza, y cómo acabará todo cuando termine.
La ironía y los acertijos me consumieron, dándome a entender que la vida no estaba preparada, para algo que la superaba como universo a una simple palangana. Y ahora ésta me tortura sin piedad, haciendo tratos sucios con la muerte para que no se me llegue a llevar.
Sabías que mi imaginación podía contigo desde que nací, y planeaste con cuidado todos mis pasos hasta aquí.
Te odio por lo que hiciste de mí, y por encerrarme en un mundo que desde luego creo que no me pertenece...
Lucharé mostrando a los demás la verdadera realidad. Una utopía que en contra de los prejuicios que inculcas por valorar el exterior más que el interior, te demostrará que es posible y le abrirá los ojos a los demás.
Sé que por ahora tergiversas mis palabras y las haces incomprensibles para aquellos que las leen, pero algún día superaré tus ataduras y podré amar a la vida que yo mismo me creé.

23 de julio de 2010

Y olvidar todo

No quiero engañar ni mostrarme afligido sólo por algo que ni siquiera sé que ocurrirá.
Pero lo siento y necesito sacarlo, porque sino parece que no me importa el destino de nuestra relación.
Desconozco qué puedo hacer o cual es la forma de no sentirme solo, y mi única forma de escapar
es gritar en silencio y callar escribiendo... Para que quien me lea no me comprenda y el que
me vea no pueda preocuparse.
Puede parecer extraño... lo sé yo más que nadie. Pero no puedo ni salir a la calle sonriente y ausente de todo lo que ocurre o llamarte a pesar del peligro que supone...
Todo porque tengo la vana esperanza de que aparecerás tarde o temprano y sabré cómo te encuentras.

No puedo hacer otra cosa, que replegarme en este oscuro vacío. En la habitación de los sueños rotos y las ilusiones quebradas aún por forjar.

Quiero volver a besarte... y olvidar todo lo que hago y escribo hoy aquí.

21 de julio de 2010

Dulce despedida tras un amargo adiós.

Sin ti no quedan más que ganas de desaparecer...
No quiero entregarme en la oscuridad, sólo ocultarme en ella.
Por miedo o por lo que sea, porque así al menos podría mostrar sin mostrar nada.
No una, sino todas las que pude encontrar, son aquellas personas que un número demasiado largo me las separa.
Callo.
Y el silencio se me está haciendo largo, pero mis palabras pesan demasiado... y quizás lo que quiero
es evitar recordarlo.
Pensé en un deseo, como siempre cuando no se tiene lo que se quiere, y no pedí más que saber que estás bien.
La tranquilidad que hay ahora me aprisiona... acosa por todos los lados. Arriba, abajo, izquierda... adentro.
Y siento como las puñaladas de antaño reaparecen con otro sabor amargo, el de otro veneno de distinta confección pero de igual toxicidad.
Puede ser eterno, y tener que superarlo o morir con ello, o quizás por una casualidad poco probable se solucione y aparezcas o me anuncies que por suerte regresas...
Aún así algo no cambia, y es que lo que digo me resulta vacío sin aquello que fui haciendo cada vez más mío. Adornando y mimando. Revistiendo y fortificando. Queriendo y amando... Todo para que una sola decisión ajena lo deje colgando sobre un precipicio que amenaza con engullir lo que me he ganado por derecho.

Tus dudas son sólo la punta del iceberg. Insignificantes al lado de la posibilidad de no volverte a ver.

17 de junio de 2010

Minhistorias.

Si una suave brisa que lleva tu nombre marcado, puede hacer que te sienta a mi lado, y desee volverte a ver; ¿Qué ocurrirá cuando realmente esté junto a ti y consigas volver a encantarme con tu fragancia?
Espero que sólo una cosa, y que por supuesto tendrá relación con la magnitud de mi querer.

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Latidito, latido, que casi no te siento. ¿Dónde estas, si se puede saber?
Te perdiste en la soledad de la distancia, en el murmullo de la calma. Aquél lugar que alejado del mundo, te aísla; pero que no te proporciona aquello que realmente anhelas.
Latido, latidito, vayamos de viaje. Pues yo sé de alguien que logrará que vuelvas a sonar.

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Despiertas y me matas. Quédate dormida, mujer, te lo pido por favor. No se por qué apareces, pero ni me gustas ni te busco.
Estamos casados sin embargo, y sé que la única forma de separarme de ti es estar con otra mujer. Aunque confieso que me iría con cualquiera, pues seguro que valdría más que tú.
Y lo haría, quizás lo haría, si no fuera porque no quiero a otra que no sea ella. Sí; no te amo a ti, y ya te lo he dicho un millón de veces.
Lo malo es que puedo contar los pasos a miles, y hay más de un centenar de kilómetros que me separan de mi destino. ¿Cómo así voy a alejarme de ti?

Tristeza; por ahora ganas, pero yo que tú me iría concienciando, de que cuando esté con ella, ya no tendrás lugar en  mi corazón.

11 de junio de 2010

la distancia insondable

De la distancia insondable que nos separa, de aquel muro sólido pero imaginario al que llamamos lejanía, de eso yo reniego, mas me es imposible desprenderme de la maldición, y sólo puedo ser testigo del dolor que me causan la incertidumbre, los sueños rotos y las esperanzas quiméricas...
En mí una tristeza florece y muere cada día, como sol al día y luna a la noche, que se repite incansable hasta el fin de mis días.
Del amor que yo siento no voy a renegar, pero sé que me duele, y que sólo tú con tus desdichas y sonrisas, puedes convencerme de continuar.

30 de mayo de 2010

¿Felisteza o tricidad?

Sentía cómo los sentimientos afloraban. Renacían, o quizás más bien dicho, resurgían de las cenizas y me volvían a asaltar.
Así ocurrió aquella tarde.
Me remonté en el tiempo, cómo si fuera una máquina de esas de ciencia ficción, y viajé por los segundos, horas, días, meses y años. Llegué a un 2008, hace ya dos años.
Sentí, resentí, recordé e intenté olvidar, pero todo estaba de nuevo en mi mente. Y por si no fuera poco, había logrado penetrar las defensas del corazón y llegar hasta mi alma.
Fue un golpe... de suerte o duro, quién sabe. Sólo yo, quizás.
Después del pequeño paseo, volví hacia el presente, pero me paré de golpe, pues parecía haber problemas con la extraña máquina de los recuerdos.
Se había recalentado, así que tenía que esperar fuera, allí, en un terreno salvaje a la par que inhóspito. Donde se pueden conseguir grandes tesoros, aquellos anhelados por los reyes y héroes, pero en el que el peligro acecha en todas bandas.
En ese lugar también rememoré historias ya pasadas, derrotas victoriosas y fallos acertados, un lugar de locura, amor, desesperación y calma en el que sólo unos pocos sobreviven, los fuertes. ¿Lo fui suficiente? Aún no sé la respuesta...
Con esas extrañas sensaciones, que había guardado descuidadamente y con prisas en los cajones del olvido, de nuevo vagando por mi mente, volví a sentir.

Ha sido hoy mismo, pero es a vosotros quién os toca discernir qué habré sentido... Yo ya he contado la historia que tocaba.

29 de mayo de 2010

Roma se im. 2,3,1

Yo tengo una discreta herida, una cicatriz muy tímida, que a veces me visita con delicadeza.
Se abre, de tanto en tanto, aunque cuesta mucho. Es entonces cuando me enseña lo que guarda esa parte de corazón en su interior, una triste melancolía, muy líquida y resbaladiza, que empapa y se extiende por todo el cuerpo, hasta que sale, ya salada por el dolor, por mis húmedos ojos.
Guardo en mi una secreta añoranza de unos años perdidos, de un amor olvidado, y un te quiero nunca dicho.
Es inevitable sufrir las réplicas del terrible naufragio, ya que siempre habrá una parte de mi ser que se niega a perder. La reconozco como la dulce obstinación del amante loco, un indómito sentimiento que le empuja a uno a luchar por aquello que anhela, y que no se rinde a pesar de las desventuras, los distanciamientos y el fin de la relación. La sé mía, y yo soy quien la controla mejor que nadie, porque sólo un lunático como yo puede ser así.
Mi ineptitud me empuja a tapar amor con amor, tristeza con felicidad, dolor con olvido; pero aún así siempre quedan los vestigios del pasado, siempre queda un trozo desperdigado que se niega a morir y a rendirse.
Ni tu ni ella ni aquella conseguiréis que cambie, pues el amor es invencible, y sólo se rinde ante otros amores...
No traiciono a mi sentimiento actual, ni siquiera lo que hago llega  a considerarse como un fallo, porque para mí es algo necesario. Es mi manera de no sentirme traicionado, de demostrar que realmente no la olvido y que le agradezco todo a pesar de la nada.También gratificar el haber aprendido alguna cosa; quizás...
Ahora es simplemente un recuerdo pasado, que se va borrando para ser ocupado por los nuevos, con el que algún día podré demostrar a mis hijos que el amor no siempre acaba como lo pintan aquellos cuentos de antaño.

¿Me comprendes? No, aún te falta mucho por ver...
Necesito llegar a fragmentar un beso en más partes que un te quiero, porque creo no es suficiente.
Seguiré buscando...

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Y yoh...                                                                                              1,2
Oreiuq on roma ortseun radrocer olecer noc                                        2,1,5,7,6,4,3
Euq ne emadúya a ebaca ís euq etsé zilef nu lanif.                                3,4,7,8,6,1,5,2,10,11,9
Oreiuq et.                                                                                          2,1

23 de mayo de 2010

Nadie soy y nada eres.

Quiero desaparecer entre la multitud y sonar como un susurro en tus oídos.
Que pueda encontrarme quien sepa buscar, pero que me encuentren, al fin y al cabo. Pero sólo aquellas personas que tengan algo que dar, y no esas que lo único que desean es robar.
Necesito ser el viento, para así poderte acariciar. Y ser capaz de llegar hasta a ti cuando lo necesite uno de los dos.
Me gustaría poderte leer la mente, porque nos permitiría hablar, y así no habría distancia, soledad o tristeza que me quitase la felicidad. 
Escribo, siento y pienso, pero sigo creyendo que de nada sirve si no me acercan a ti. Porque aprendí que nada tiene valor para mi si no estas tu para disfrutarlo conmigo.
Lo quiero compartir todo a tu lado: que nos regalemos besos por la mañana, que celebremos unas risas al mediodía y que nos dediquemos unas miradas antes de dormir. 
¿Por qué lo quiero así?
Es fácil saberlo, pues no soy nada sin ti. Todo yo te pertenezco, y estoy guardado hasta que puedas disfrutarme; y yo lo tengo todo contigo, pero también está guardado y me es prácticamente imposible llegar hasta allí...
 Nada eres, nadie soy, y a ti nadie te quiere y a mi nada me llena.
¿Cómo podemos seguir viviendo así?
Yo sé la respuesta, y vuelve a ser muy fácil. Podemos:
porque nos amamos, porque nos pensamos y sólo nos encontramos cuando juntos estamos.

Yo hoy te vuelvo a sentir, y quiero que sientas junto a mi. Quizás así el tiempo pase rápido y vuelva pronto a ti...

25 de abril de 2010

Junto a ti recordar el pasado ya no es lo que era.

Recordar momentos, vidas pasadas. Pensar en aquello que quiso ser y no fue. Los amores imposibles y no correspondidos.
Todo ese dolor que de alguna forma quería escapar y marcharse de mi.
Pasaron ya muchos días, meses, quizás incluso un año ha pasado ya.
Ahora estoy con ella, libre, sabedor de que en silencio y en la distancia alguien me quiere a matar.
Podría recordar momentos, vidas pasadas. Pensar en aquello que quiso ser y no fue. Los amores imposibles y no correspondidos.
Todo ese dolor que de alguna forma quería escapar y marcharse de mi.
Pero pasaron ya muchos días, meses, quizás incluso un año ha pasado ya.
Así que ahora sonrío, gracias a ella, a mi amor, que me devolvió la vida y mi felicidad.