18 de enero de 2011

El invierno radioentristecido.

Por la noche...
La sombra de tu amor me persigue,
inmensa e incansable; oscura.
Y hace frío,
cuando irrumpe asesina por las fisuras,
calando e inspirando mi ruina.
Congelas mis risas y rompes,
destruyes, aplastas la fe,
d'este amor ingenuo y constante,
de la vida dijiste: siempre l'ansié.
No distingo entre penas y abrazos,
no distingo aquello que ya no puedo ver.
Tus palabras no dichas o aquellas falacias,
todas ellas blancas o negas y heladas.
Que tus besos los llevese el mar,
y el silencio nocivo, tranquilo será.
Pero no vuelves, no hay esperas que puedan traerte,
ni promesas, secretos y almas... que darte.
Y ojalá mis palabras sonaran más duras,
que vieras y olieras el sabor de lo amargo,
cual corazón ausente que coge y se va,
y el aliento se vaya y duela a matar.
Pero si el25todo perdonarte podría,
los 25 trocitos rotos lo harían.
Que l'aridez es de mi corazón,
y soy yo quien va romper a llorar,
que las palabras me dañan a mi,
y aqui las plasmo, para que mueran por ti.