Simples, mas insustituibles.

Lluvia, viento fresco, oscuridad y una tenue blanca luz...
Dime qué sino puede ser más límpido...
Sueño con las brisas musicales de una noche como esa,
mientras tú, ella, sigue siendo mía o una mentira,
y así escucharlas todas, gotas, sean de pena o alegría.

Es tras l'oscuro que viene y empieza a aclarar.

-Tu sabes de adioses; d'entintadas palabras que tiñen la calma del mar.
-¿Mas qué decir? Sé de un pasaje de barco, hundido, que hay que tragar.
-¿Y no se nos cuece -¡Qué incendio!- al batir el latir la salinidad?
-Es tras lo oscuro que viene, suave, y empieza a aclarar.
-¿Me cuentas cual rima en estrofa que'l sueño aún ha de acabar?
-Recito sin prisa y al guía del hábito en l'adversidad.
-Eres sabia querida, pues susurras la vida de fuerza en pura verdad.
-Por algo me llaman, tras jirones de almas, compañera y también Soledad.

________________________________________________________________________________


Disparo palabras al aire que agujerean y marcan pantallas. Resultan verdades sólo a medias contables y aún así bajo el de tristeza trance. Y lo digo y lo juro que yo soy con quién más me convivo: qué bellas palabras, ya echadas, que me dañan el alma aún viniendo de ésta. Cuán pulcros recuerdos que plasmo a patadas, intentándome echar muy bien lejos la esencia. Que ni me sirve ni quiero, no, si me impide leer lo que por ella recito. Qué dulce e insistente la maldita y persecutoria amarga contradicción eternamente obstinada; complicada.