25 de junio de 2019

Predecible

Latidos de atroz auspicio
sentencian cadenas de tiempo,
en el abrazo de olas hirvientes
y luces entre sosiego.

No siempre reconozco
mi inevitable puesta en escena.
Una tonada tañe seria, llamadas
llenas de penas en venta.

Velada mi frustración
al verte. No mudé mi esqueleto,
sino que mi espiral desciende
por un negro agujero.