31 de marzo de 2019

Ritual de hombres-bestia

Desconocen lo que hay más allá de la nada:
angustia basal que cala; perenne asfixia.
Lo que implica hundirse en la propia vida...

Tu y yo cubrimos de miedos el pavor silente,
de rabia el odio primigenio y con vergüenza
un orgullo base que nadie entiende.

Que la debilidad más tremenda sea la fuerza
necesaria, frente al congelamiento
y ante la ineludible mente fragmentada.

Préstame tu precisión calculadora y
yo te prestaré mi visión más desbocada.
Forjaremos planes muy grandilocuentes.

Déjame respetar tu ser más oculto mientras
permito la honra que ves en mi demencia:
trueque a las tantas entre hombres-bestia.

Con tinta de pantalla dibujamos formas
oníricas de un ritual trolero que busca
repintarnos de colores soberanos, y

quién sabe si la maldición es falible, mas
el tiempo solo no remedia; solamente
constriñe todavía más nuestras cadenas.

...

Puede que llueva.

29 de marzo de 2019

Más introspección

Atrapada, mi dicha infiel,
al son de la coyuntura;
mi desconocido ser sabe
de la autoestima que manca.

No hay paseos idílicos sin
gritos que parten el alma
tras bambalinas añejas y
mi autocondena impuesta.

Retuerzo mi suerte de fortuna
y la embadurno encarnizado
de la oscuridad más oscura
por siempre inconsciente.

Jamás logro aprehender la
pasión conductora. Olvido
ruidos que fueron música
limón, sandía o fresa.

Frutas, que hoy por hoy
resultan insípidas. O bien
extravié mi salero junto
a las demás especias.

Y es más seguro si no pica.
Huyo en definitiva. Huyo
hacia mi interior más alejado
de mis pesadillas rúbrica.

Y apenas llueve.

23 de marzo de 2019

Búho en la tormenta

Vertí cielo oscuro sobre mis nubes níveas
día sí día también, dubitativo,
nunca más cerca de algún designio digno.

Llorándole a mi acreciente y lastre estela
pedí consuelo al aire. Casi vacíos,
llenos ambos del eco del fin de mi juicio,

me fundí de lleno como al agua ceniza
sucia de nostalgia y migajas de osadía.
Tronaban campanadas de precoz muerte,

mas vino un búho en silencio de visita.
Traía un espejo envuelto en promesas límpidas.
Traía, también, un cambio de brisa leve.

11 de marzo de 2019

Tempestades

Evité sin quererme a mí mismo
tantos años que pasaron en balde,
y más allá de mi pena insumisa
nada nunca logré encarrilar.

Mi persona se desdibuja sola
frente a la realidad: me dura
no más que una efímera manía
y horas largas de autoanimosidad.

Transtornado por el viento aciago
de mi maldición; jamás hallo escape
de mí mismo. Lucho en la oscuridad
contra mi pesadilla más íntima.