28 de febrero de 2011

El peso de un amor perdido.

Cayó una roca entera, de igual peso o más que'l mundo, y está atada a mi espalda, mientras me hundo en esta nieve helada.
Tu amor me arrastrará al infierno, sea frío o candente hasta en el hielo, y mis huesos como partículas quedarán, libres ya d'este tormento.

27 de febrero de 2011

Las cosas como sisón.

Mejor; así con la luz de pantalla como única aliada.
Como tantas otras veces y noches; mejor.

No tengo motivos por estar aquí, no hay nada por lo que escribir.
Dime por qué l'ausencia no cesa y olvido todo lo que viví.
Esta oscuro, lo dejo lejos, lloro y muero...pero ante todo sigues aquí.

Eres un fantasma: inmortal. Eterno. Que vivirá por el placer de verme aullar...
los gritos de locura y desesperación; mis interminables últimas palabras de amor.

¡Suéltame! Ahora sólo quiero vivir en paz... solo.
¡Vete ya! No quiero oír el eco de tus pisadas silenciosas, que se fueron sin más.

¿No son lo dulcemente tristes mis palabras para ti? ¿No lo sientes?
Realmente ahora me siento demasiado tuyo como para vivirte tan lejos de mi.
Con humedad, sucia y gastada, oxidado. ¿Qué no es un sinónimo d'esta pasión?

Pero en silencio sonríes. Tus ojos me persiguen. Los besos me aprisionan.
Porque estoy atado, sin ver el agua en que me ahogo, culpa todo d'este horrible empeño.

Y no hay canción lo suficientemente lenta para que rime al compás del corazón.
No hay poema ni tonada que exprese realmente cómo acabó la relación.
Ni tampoco la tisteza en este mundo o rincón, suficiente para comparar y darte una buena explicación.

19 de febrero de 2011

Sin cambios, mi general.

Supe de tu ausencia sin saberlo,
vi como los días son ya negros,
quise darte un beso sin lamentos,
vi que no brillaba el firmamento.

Es difícil, aunque no lo sepas.
Duele... por amarte... aunque me odies.
Sigo en este mundo que's la tierra,
detrás o delante; siempre igual.

Muero por tus venas,
lato por tu ausencia...
Abre y mira nuestra obra,
sigue impresa en la memoria.

Sueño y digo que's verdad,
el dolor se marcha y ya esta.
Muero y pienso la verdad,
lluvia, sangre, oscuridad.

Quedan rotas mis palabras, caigo y caigo sin tus alas.
Vuelve sécame estas lágrimas, vete y llévate mi alma.

7 de febrero de 2011

Camuflaje.

¿Cuántas vidas, deberé buscarte? ¿Y corazones, deberé romper?
Mis vidas se agotan y mis trozos son cada vez más difíciles de partir.
Quedaré como polvo, en vida y corazón.

¿No quieres amarme?
Soy el caballero azul, que no brilla ni sonríe, sino que's paciente y melancólico a su vez.
Tengo armadura negra, que pesa y congela mi ira, pero que suele hacerme de mal ver.
Llevo una espina clavada. No, muchas. Miles seguramente serán. Lilas, blancas... ¿Qué mas da?
Y empiezo a estar loco: de tanto ansiar, "crecer" y padecer.
Porque no aprenden mis ojos tronco, ni mi ahora gélida mano, que sin latidos ni dibujos en tu pecho se quedó.

Dos, uno, tres... ZERO.
El tiempo es irrisorio, pues para mi perdió el valor. No puedo contar Las noches, ni las caricias por hora que alguien podría llegarme a dar. Hoy sólo quedan antiguos venenos, que nublan lo que hay más allá, y lo que es más y peor, que gotean, siguen dañando mi pasión.

Y es por eso que no quiero, todo es efímero y austero. No hay brillo o sueño alguno, ni dulces labios susurrando. Que me digan yo aquí tengo, tengo uno muy adentro, tiene miedo pero es sincero, cuida bien a mi pequeño.


Mil pasiones y un destino, mil caminos al cariño. Te quiero pronto y todo vivo, dime ya eres mío.

4 de febrero de 2011

Un paso tras otro, se aleja.

¿No vienes, cariño?

Fría. El futuro es oscuro, y la noche, fría.
Hielo; que mata. Hielo como soga al cuello.
Así el futuro, así la vida: un fin precipitado y una interminable caída.

Besos. Tú rozándome el alma; tú y tus dulces caricias.
Húmedos, ardientes y efímeros. Vida...
Esos muertos, ese perdido. Quiero, sepas, el recuerdo esta aquí conmigo.

Lluvia. ¿Quien dijo que llovería en nuestro día?
Recuerdo antaño... solía sentirla.
Como juntos un día, quiero que caiga la lluvia. Quiero vivir esa vida.

Sangre. Atrapada en el orbe, escondida y sin nombre...
Derrámala toda. Haz que corra.
¿Cuantas gotas daría, cuantas veces lo haría? Porque fueras muy mía...


Es inútil probarlo. No puedo contarlo...
¿Dónde están las palabras? ¿Que ya nadie las usa?
Amor no es amor, son letras vacías.

A veces quisiera, simplemente decirte amor, ¡Cuánto te quiero! Pero esto no es nada, y con nada te marchas.

Sé que puedo lograrlo.
Pero no sé, si lo haré, mientras viva...