30 de enero de 2012

¿Cómo es posible?

¡Imposible!

¡Demasiado hacía ya que no me besaban!
O no tan sutil ni suavemente
como la brisa austral y azul.

Sorprendido...

me quedé cegado por mis lágrimas
que de alegría salían a recibir
el frío de ilusión provocador.

Tristemente...

hoy y ahora suelo aún
soñar con tu sonido rompedor
de mares y males; también traición...

29 de enero de 2012

Todos y yo no...

No hay palabra triste sin palabras que de mí no haya oído hablar.
¡Sollozo en silencio sin llorar!
Sufro amando el amor de otros tantos, ya sea de cuentos o verdad...

27 de enero de 2012

A la oscuridad le asusta mi oscuro pasado

A veces escupo sangre
en trazados que atraviesan el alma.
Más; también se me desprende
la herrumbre del vacío cansada.

No hay ser más infeliz que aquel
harto de ver cómo las horas se pasan
sintiéndose fríamente evitado
por la oscuridad que reside en su casa.

26 de enero de 2012

¿Cuántos qués me debes?

¡Qué de alivios me debías!

Que por bandera soñaba con prenderte.
Que tras aún los años queríate seguir.
Que d'entre todas, sólo a ti te elegí.

¡Qué de huellas embarradas!

Oscuros y claramente días:
Durante el caluroso fluir hebrado,
tan temprano, pensaba en ti.

¿Qué de cuándo...
rompían a llorar por mi cristales
que en mi reflejo te perfilaban aquí
-señales, sobre abstraídos hombros
y de tu infecto amor caído;
del peso parcial sobre dos a mí...

¿Qué?
...
...
...
¡Qué!

25 de enero de 2012

Desinspirar

Nada me desinspira más que nada:
ni el terror, ni tus besos dados o por dar.

Llaves de mi corazón

Ya ves, sólo soy un hombre más.
Ya ves los minutos de angustia sin el amar tuyo
preciosamente empaquetado en cada beso
que me das a mi y al hijo que aún has de alumbrar.

Un hombre más

Retozando oscuro con la sombra el sueño de un amor vivaz
espera, pacientemente,
la congelación demente, d'este fuelle. D'estelas también, un par.

Siendo reensamblados aún por cola, del tiempo y temporal,
los pobre medio cachos
lloran... Son trozos mezclados; uno d'este y el otro de allá.

Surge en mi ese grito, entonces, remezclado y de dolor
de ambos; todos
los amores que dejaron penuria de rastro en su lugar.

Resollando al día largo sin estrellas de nadie sobre el mar
me pierdo; sólo
soy un buscador de risa fácil, un amor, el día claro; un hombre más...

en busca de la mujer de las caricias precipitadas
y los regalos acolchados y ansiosos
del entendimiento en cada letra silenciosa de mi triste mirar...

24 de enero de 2012

Construir un cultivo de penas

Construyo catedrales de ruina
para la ruina que el viento dejará.
De amargura tenaz replanto brotes
para quizás algún fruto alcanzar.

¿Qué es lo que tengo?

Por mi los años en balde segregan
palabras duras y de fragilidad:
¿Por qué; por qué siempre a mi!
Yo moviendo los hombros en medio
del barullo que certero como certeza
se aposenta en mi, reprendo,
su demasiada cruda observación.

Me asalta fugitivamente el miedo
de no saber si ni lo sé;
¿Soy el hombre que por luchar anhelo
o el engañado sobre mentiras de verdad?
¿Soy el niño grande en ilusiones
o el de mayor amargado soñar?

23 de enero de 2012

Un posible fin de amor.

Tu felpudo remarcado por mis musicadas ansias.
Retumbaba y retumbaba
el corazón, nerviosamente,
preparado para olvidarse de mis penas ahogadas.

Tu silla d'exterior descolorida por donde no me sentaba.
Más en tu vida que en la mía
rebuscaba -el sol en alto-
mi cordura en el fondo de tus reflectantes gafas.

Mas, por tu parqué, no suenan ya mis pisadas,
ni mi empecinado auspicio,
ni el aire perfumado,
ni el repetido incendio sobre tus sábanas blancas.

No suena nada; ¡Nada!

Nada me suena a nada...

21 de enero de 2012

Condición humana

Es ayer y estoy solo.
Todos me entrevén y nadie me ve.
Y no solamente solo:
Por en mi tu desatendida atención
es hace mil días y lloro.

Es hace un momento o menos.
Sonrío estando; sigo solo...
Oculto tras mi oscuro brillo
suena en mi este triste trino
del temblor intemporal; frenético.

Es quizá mañana o pasado.
Brillan al sol mis huesos y los tuyos:
blanco de rayos y bustos desplumados.
Ni ave rapaz ni humano.
Venimos y vamos, solos, soltados de la mano.

(De "Arena...", ovación a l'antigua frase que aclamó: Pues no hay nadie que no empiece solo en este mar de arena y sal. Que seca, roba y gasta mis fuerzas hasta el final.)

Desintoxicándome de ti

Vete, vete, que no te quiero ver.
No sé lo que oíste ni lo que te dije ayer.
Vete, vete, que no te quiero ver.
Mustio me pillaste con tu sabor en mi sed.

Pequeña apertura al mundo

He dado un terrible e irreparable paso. Me he anunciado a viva voz en el Facebook y he empezado a difundir la existencia de este blog. Lo hago motivado por varios comentados de gente cercana y porque hay una mínima posibilidad de que mis poemas gusten a la gente. En cualquier caso, si no ocurre lo esperado, las sombras seguirán allí mismo, esperandome, y con una fría y tranquila bienvenida, para no variar.

Dejo AQUÍ mi pequeño canal en el Face.

Por cierto, es posible que un proyecto muy especial esté a punto de nacer... A ver si os puedo dar una buena noticia pronto.

Un saludo a los lectores.

20 de enero de 2012

Lo malo solía repetir

Cuando vine, ya te ibas...

La incertidumbre acongojada
me visita hoy, mañana,
presa de mi presa; presa
de tus flores resecas.

Mi corazón a fondo
arado, es mi reiterado
sin barbecho ensangrentado.

Cuando vine, ya te ibas...

Navegué exento de rumbo
por tu amor, sin la baliza
de tus ojos a mil kilómetros.

Recogí con desvalido cuidado
de la intemerata restos
de mis costras arrancadas.

¡Venía y te ibas!

Te quise y te esperé.
Callado y fiel. Amando
las primeras palabras
de tu despedida-carta.

Te amé; también al cielo oscuro.
Me volví (ya a la nada) asombrado:
no estabas;
te habías marchado.

Ven y bien, regresa,
cual compungida incerteza.
Que tú lo eres; que no te entiendo:
si eres tristeza, regresa.

Porque prefiero ésto
a la nada...

19 de enero de 2012

Las 8:15 y 4,5 horas después

Un oscuro pulso azul
muerto, que no rutila,
cercado por l'oscura no luz
profunda, deslumbrantemente bella.

Un diamante sin retorno
ni final inesperado, claro
y puro claro metálico.
Notas verdes; azules y amarillas.

Las imágenes dispares
de la luz
que entra
por la puerta d'emergencia.

18 de enero de 2012

Las del porvenir

No se han terminado aún mis palabras vacías.
Oscuras palabras hijas de la negra noche.
No he redescubierto aún la risa clara y limpia
que deberá obcecarse en dibujar en mi su amiga.

15 de enero de 2012

Un marcado más

Olvidé prescindir de tu risa
y ahora es un vídeo estancado que dura una vida.
Supuse que al fin te me irías, bella,
a pesar de tu cara, de ondas del tiempo, repleta
y los gigas de amor comprimido de l'última puesta.
Pues ignoré subsistir sin tu llama
que ahora, tan de noche, dolor irradia.

Mas te fuiste, dejando la marca
de la terrible y apresurada
escapada
de ideas, sueños y abrazos
en una fulgurosa y fúnebre marcha.

¡No te me vayas! -decía-
¡No te me vayas!

13 de enero de 2012

Cazado 2

Un paso. Y otro. Otro más y muy cerca; demasiado.
Podía sentir, de tu especiado latido, el aroma agitado.

Aparté mentalmente la losa de ardientes deseos;
tropezarme en el aire y quedar encastado en tu apego.

Mas fue demasiado, de nuevo, tu salto mortal para mí.
Debajo atrapado y en ti, me insististe. Yo te besé; desistí.

12 de enero de 2012

Cazado

Allí estaba, terriblemente inevitable.
Me miró con ojos inteligentes; brillaban.

Yo midiendo los pasos d'escapatoria que no me quedaban.
Ella presta para lanzarse con delirio a mi garganta.

Y yo sabiendo que no me libraría de sus ansiosas garras.
Y ella acercándose. Saboreando el recuerdo de mis sedientos labios.

11 de enero de 2012

¡Ahora!

Ahora que no brillas nada.
Ahora que tu luz marchita, se apaga.
Ahora que la media vuelta está casi acabada.
Ahora apareces, insensata.

Amor en alto

El brazo enmarañado me saluda
ensimismado y vestido de ocaso.
También sus desvalidos vástagos
y el comezón rojizo y espinoso.

Revivo en mente el verde de la loma
joven, erguida y orgullosamente
sembrada por la aurora del rocío
celoso de tu ébano en cascada.

Tu figura se retuerce aún aquí:
veo las huellas de tu peso pluma;
las enredaderas grises y copionas.
Veo el murmullo de tu aroma.

Nuestras risas (tu sonrisa) en eco
se burlan de mi fiel y estúpida
peregrinación de sedosa calma
estos últimos mil monótonos días

Nos siento, definitivamente,
juntos y abrazados en lo alto
sin ver la sombra de tu muerte.

Ya tus pechos no me azotan...
ni tus ojos me roban el alma
ni se prenden nuevos sueños.

Tu dulce posada me amarga
ahora que no hay nada;
ni amor, ni flores de alabanza.

10 de enero de 2012

Sólo pensamientos y una clara oscuridad

Cierro luz, amiga pantalla.
Te hablo sin hablarte... Te quiero y sin amarte
eres la farola titilante d'este callejón oscuro.
Me asusto en tus súbitas partidas: ganas mi terror.
Me aplaca el corazón la luz de tus venidas:
siento el fresco aliento de tus besos de oro.
Es invierno. Y estoy solo.
No me canso de intentaros dibujar entre neuronas.
¡No se agotan, no! ¡Gotean! Las infructuosas
notas del pasado disonantes en el intento d'evocarte.
¿Por qué se cierran las ventanas que dan al prado?
El Prado llora. ¿Por qué si os quise a ti y a ella?
Las Meninas te dirán el luto que llevo y el porqué.

9 de enero de 2012

Noche tarde

Tarde...
Me llamas y te oigo. Mis pelos se erizan.
Me llamas eterno en las llamas fugaces. Lo esperas, al menos...
Me siento indispuesto, cariño... ESTO, es todo lo que puedo dar.
Te entildas de cría; las bolas peludas que lloran y chillan. Te vi distinta.
No por nada... quizá sí. No sé. Ya no ilumina mi vida la luz d'esos días.
Te oteo expectante y tal vez asustado. ¿Por la noche qué quieres?
Los astros no brillan... Me siento cansado. La esquina me pega sombría.
Te quise, me cuentas. Y en los besos insulsos, quizás, yo te creía.
Me llamas... allí tan lejos. ¡Tan lejos y tan de noche! Tarde...
Me siento abrumado por los vacíos que traes contigo. Los había olvidado.
Me cuentas que te marchas. Te oigo... Te marchas. Mas quieres volver.
Tarde...

8 de enero de 2012

¿Y así?

M'he sabido adherido por ti y a tu sal.
A tus glóbulos blancos; tu exaltado mirar...
M'he soñado a tu lado, tras un breve fugaz,
pero nada de antaño me sabe animar.

¿Será quizás?

Mi pesar es un ancla herrumbrosa varada en mi vida;
las esquirlas rojizas hundidas en este salobre mar.
Sin prisa, adherido de malas maneras, habita
en el recuerdo dichoso del tiempo pasado y sin par.

6 de enero de 2012

Claro y oscuro

Me dijeron que debía decirte que
me estoy quejando de que no siento nada más que lo poco que me queda de los recuerdos del pasado.
Mas...
Voy a decirte yo en vez de eso
que m'encuentro dentro d'esta esfera y sus zumbidos de los hechos que ocurren fuera me atormentan.

5 de enero de 2012

Incertidumbre

Andaba por un día desnublado
sin saber muy bien
si era ése el camino
que me podía llevarte a besar.

Con el sol abrasador y tan alto
que un rato dudé
y saber no supe
si este hielo podríase fundir.

Andaba y andaba.
Supe y no sabía
por mi tan desgracia
la canción amada...

Matización

El ruido es mi pasión contenida.
Son por desplegar aún mis alas.
Es el canto hechizador sin letra
que aún anhelo poder anotar.

4 de enero de 2012

Sorprendido

Se me perdió más de un tercio del millar de mis traseros días.
Todo sin fijarme en que mi vida no ha mutado en ADN regio.
Sigo siendo frágil, quebradizo y no rival del infortunio de la vida.
Lloro sin llorar, por dentro, percibiendo el ruido enlodazado.

Quiero armarme de valor y alzarme con el asta conclusiva.
Mientras, ando absorto del pasar del tiempo y de mis penas:
suenan libres y felices en el vasto edén marchito y súbito.
Siendo así -me sé muy siendo- ¿Qué's mi vida o esperar?

Sólo sé que ahora...

Siento. ¡Siento!
Juro al aire aguado:
que soy yo; que son mis ojos
los causantes d'esta fatigosa humedad.