26 de enero de 2012

¿Cuántos qués me debes?

¡Qué de alivios me debías!

Que por bandera soñaba con prenderte.
Que tras aún los años queríate seguir.
Que d'entre todas, sólo a ti te elegí.

¡Qué de huellas embarradas!

Oscuros y claramente días:
Durante el caluroso fluir hebrado,
tan temprano, pensaba en ti.

¿Qué de cuándo...
rompían a llorar por mi cristales
que en mi reflejo te perfilaban aquí
-señales, sobre abstraídos hombros
y de tu infecto amor caído;
del peso parcial sobre dos a mí...

¿Qué?
...
...
...
¡Qué!

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