9 de enero de 2012

Noche tarde

Tarde...
Me llamas y te oigo. Mis pelos se erizan.
Me llamas eterno en las llamas fugaces. Lo esperas, al menos...
Me siento indispuesto, cariño... ESTO, es todo lo que puedo dar.
Te entildas de cría; las bolas peludas que lloran y chillan. Te vi distinta.
No por nada... quizá sí. No sé. Ya no ilumina mi vida la luz d'esos días.
Te oteo expectante y tal vez asustado. ¿Por la noche qué quieres?
Los astros no brillan... Me siento cansado. La esquina me pega sombría.
Te quise, me cuentas. Y en los besos insulsos, quizás, yo te creía.
Me llamas... allí tan lejos. ¡Tan lejos y tan de noche! Tarde...
Me siento abrumado por los vacíos que traes contigo. Los había olvidado.
Me cuentas que te marchas. Te oigo... Te marchas. Mas quieres volver.
Tarde...

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