25 de enero de 2012

Un hombre más

Retozando oscuro con la sombra el sueño de un amor vivaz
espera, pacientemente,
la congelación demente, d'este fuelle. D'estelas también, un par.

Siendo reensamblados aún por cola, del tiempo y temporal,
los pobre medio cachos
lloran... Son trozos mezclados; uno d'este y el otro de allá.

Surge en mi ese grito, entonces, remezclado y de dolor
de ambos; todos
los amores que dejaron penuria de rastro en su lugar.

Resollando al día largo sin estrellas de nadie sobre el mar
me pierdo; sólo
soy un buscador de risa fácil, un amor, el día claro; un hombre más...

en busca de la mujer de las caricias precipitadas
y los regalos acolchados y ansiosos
del entendimiento en cada letra silenciosa de mi triste mirar...

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