Sobre "mi teoría perfecta" y la muerte

Amiga que no estás, íntima,
retumba tu sonrisa clara:
sobre mi titilar, certeza;
mullido canto y leal.

Perfume, luz por brotar,
versos que no radican.
El humus, pasión vestal
es, acuíferos ecos.

Pensador, yo, desvalido
entre la ronda metafísica:
en la vida, retoñar, Ser,
la razón es de mi muerte.

Hum... si no existo ni Yo,
mi vida, tú, ¿Quién eres?
Sueñas en mis sueños
o es la nada perfección...

Lo que no es, lo que es y lo que debería ser.

Imparable, azulada refracción.
Luz limpia, solo sol...
Diversos puntos blanquecinos,
encima, debajo un trino volador.

¡El astro, pura exclamación!

Verdes y madera, lianas
de agua, de fluir liberador.
Crujidos, ranas, zumbidos...
¡Vacíos bancos en su calma!

Los astros; ciega fatalidad...

Templado lo alto, flujo atemporal.
Crujir rugoso, aromatizada sed:
las gotas suspendidas, rebeldía
palidez. Rectos, grieta vegetal.

Impresión calmada, idea irregular.

La belleza, triste, me suena
más bella que la irrealidad.
¿Qué de mi, gente, tan lejos
de ella posible es de esperar?
La ficción, solo, me aprieta,
mas mejor es a la verdad.

Porque las nubes surcan el cielo...