7 de febrero de 2011

Camuflaje.

¿Cuántas vidas, deberé buscarte? ¿Y corazones, deberé romper?
Mis vidas se agotan y mis trozos son cada vez más difíciles de partir.
Quedaré como polvo, en vida y corazón.

¿No quieres amarme?
Soy el caballero azul, que no brilla ni sonríe, sino que's paciente y melancólico a su vez.
Tengo armadura negra, que pesa y congela mi ira, pero que suele hacerme de mal ver.
Llevo una espina clavada. No, muchas. Miles seguramente serán. Lilas, blancas... ¿Qué mas da?
Y empiezo a estar loco: de tanto ansiar, "crecer" y padecer.
Porque no aprenden mis ojos tronco, ni mi ahora gélida mano, que sin latidos ni dibujos en tu pecho se quedó.

Dos, uno, tres... ZERO.
El tiempo es irrisorio, pues para mi perdió el valor. No puedo contar Las noches, ni las caricias por hora que alguien podría llegarme a dar. Hoy sólo quedan antiguos venenos, que nublan lo que hay más allá, y lo que es más y peor, que gotean, siguen dañando mi pasión.

Y es por eso que no quiero, todo es efímero y austero. No hay brillo o sueño alguno, ni dulces labios susurrando. Que me digan yo aquí tengo, tengo uno muy adentro, tiene miedo pero es sincero, cuida bien a mi pequeño.


Mil pasiones y un destino, mil caminos al cariño. Te quiero pronto y todo vivo, dime ya eres mío.

1 comentario: