9 de noviembre de 2010

Ausentes...

Mis pasos suenan ausentes, la vida se escorre entre éste tiempo.
Deseo tenerte a mi lado, olvidar las cosas hoy presentes.

Chillo en silencio, como siempre, y sigo en el mismo lugar, como siempre.
Si algo es perpétuo, es mi amor inquebrantable, que no comprende las despedidas que le acosan dia a dia hasta la muerte.

Tus besos se han evaporado y la sed es ahora más fuerte. Siento que me estoy ahogando, sin tu aire y sin la fuerza del tequiero.
Te añoro, te escribo, aunque de razones quedan pocas. Y parece que lo mio, es inútil.

Cambiaste... y el cambio consigue romper mi vida. No veo tus caricias en palabras, ni las horas a tu lado en la distancia. Ahora no sé... no sé nada. Y la nada es la que está instalada... en mi vida, la muerte, mi mirada.

Son palabras sin sentido, repetidas, desde hace ya dos años sin sentido.
Así que seguiré andando ausente, mientras el tiempo escorre mi vida.

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