31 de octubre de 2010

Busca en las notas del ahora.

Busca allí donde todo parezca distante y extraño, a pesar de formar parte del pasado.
Pensarás que lo lograrás, pues has tenido tiempo, pero será traición si no miras atrás.
Preocúpate, sólo un poco al menos. Fíjate en las notas que ahora flotan en el ambiente. Son rojas... azules... ¿Dañan todas? No es difícil encontrar algo que siempre ha estado ahí.
Los cambios son necesarios, dicen algunos. Otros tienen miedo a ellos en según qué cosas... y prefieren que todo quede enmarcado en un cuadro de infinidad.
Elige un bando, respeta al otro. Demuéstrale tus verdades para que venga la tranquilidad.
Sí, quizás... Culpa por ver lo que se dejó. Pero desgracia detrás si no se cumple con lo que dijiste que dirías.
Así que vuelve para no volver. Regresa para permanecer. Aparece para mostrar. O sé quien juraste y ayuda al final.

Mi parte no puede seguir. Impedido me veo si no descubres el quid...
No sé el porqué... menos si hay un quién, porque ahora ya no sé. No comprendo por qué el dónde todo lo cambió ni que un cuándo tan minúsculo fuera decisivo, pero estoy abierto por un tiempo,
como estuve con llave por ti esperando bien cerrado.
Fíjate en las notas que ahora suenan... Ya no hay naranja... ni morado... los recuerdo todos, y a pesar de ello lo logré. ¿Por qué? Hubo intenciones, y aunque la precipitación también estuviera presente las disculpas aparecieron... a su tiempo. Pero están. Llegamos lejos, lo prometo, y lo mantendría si no fuera por las notas que ahora suenan.
Escucha... el negro tuve por ti. Las melodías cambiaron, se volvieron oscuras, intentando alcanzar un mi blanco nuevo... Y toleré mucho... Mi rojo y mi azul intentaron seguir. Ahora ya no, claro. Ni blanco ni rojo ni azul... sólo un negro que no es como el que era...

Y surgió un odio. Algo nuevo...
No quiero que siga viviendo. Mátalo.
No tardes... porque se queja de mucho.
Porque aunque las cosas cambiaron:

no quedaban ya primeros besos perdidos,
playas oscuras llenas de una luz enemiga,
protecciones equivocadas que a nada llegaron...
ni amigos de amigas que dejaron aquí de existir.

Los amigos ahora de cerca muy lejos se fueron,
las protecciones octogenarias dejaron del todo de existir,
distancias insalvables que se añadieron a la lejanía,
y besos perdidos por primera vez.

A pesar de todo, la melancolía nunca cambia.
Se me difícil que comprenda es...
Pero todo estatuvotará escrito aquí ahora y en el ayer.
No digas no digas, porque todo lo digo para no decir: ella lo dijo.

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