Y en el sol, de mediodía nubes blancas.
Y en la tierra, supurosa,
del calor y en éste, núcleo,
la trapecista urraca.
O en las Oes, sobre ellas, polvo errático.
Luz de brisa, rotación,
que leva mi alma ya hacia el mar
de doble H, aire, mi soñar.
En sí, todo, l'almendra dada,
suave y áspera,
por fuera, y adentro al paladar.
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