M'encontré por hoy, bajo ese cielo,
rojizo hipnotizante fuego de,
tan quieto, varado entre las notas:
del asombro por mi siempre ciega vez.
Tan todo: llena, pura...
seda entrelazada a luces de miel,
que mis negrotontas palabrotas,
mueren,
olvidadas,
en l'abandonada luz Pixél.
¡No te me vayas!
Amor me sé fiel
a tus inconstantes
caricias al mes...
Dieciocho... dos o tres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario