Sonríe mientras mis ruegos no dejan de llorar. Mirándola,
se aleja, suave, dulcemente; de su brisa, deslía mi débil y alentada vida.
...
Apagadas mis ansias,
triste, triste melodía,
te llamo a ti, mi vida:
tu retrato pinta; pinta
de negro la nieve y
la oscuridad marchita.
________________________________________________________________________________
De tanto en tanto aparece sobre mi la idea de mi amante idílica. Me siento triste entonces, y por lo tanto, inspirado, pero con muy pocas ganas. Éstas son simples frases de la experiencia en cuestión.
Por favor, continua así.
ResponderEliminar