Urraca, ¡Ven!
¡Ven a mi ventana!
Te daré un regalo
que regalar a mi amada.
Urraca, ¡Ven!
Todavía es mañana;
podrás ir y volver;
traer su alma sonrojada.
¡Ven pajarito,
ven! Toma una baya.
Tan sólo tú llévale
mi pasión más preciada.
¡Ven pajarito,
ven! ¡No te me vayas!
Te vas; te marchas
en dirección contraria.
Me sorprende la alegría del ritmo. Eso me hace pensar que aunque haya tomado la dirección contraria no tardará en darse cuenta del error y volverá.
ResponderEliminarPailar.