No quiero ser solamente más
que la huella de una arena
dorada bajo tus pies desnudos.
Los astros titilan de frío;
un sol candente se esconde
tras una máscara de dudas.
Mis historias ya no cuentan
y la desazón precipitada
perfila junto a mi puerta
una dulce voz y durante
un sitio injusto. Mi corazón
demente solo te rebusca
en cada frase. Mas no se
nada más que la presteza
me llena de vacío espeso.
Voy y vengo; sin espera válida
bajo mi enamorado
espíritu negro, chiquillo, hueco...
No hay comentarios:
Publicar un comentario