Si no lo dije claro
renuncio
a dar más vueltas sin sentido.
A sentarme quizás con tan sólo
una y levísima
sensación de calma o reposo;
aquello efímero
de días por poco imposibles
o pasados...
Renuncio... sí... ¡Qué va!
Si renunciar es pegar
los pies al suelo
ni renuncio ni renada....
Soy un espíritu errante
que yerra en utopías pintadas...
Hacía un tiempo que no me pasaba por aquí... he estado liada. Ahora mismo estoy en Los Ángeles (¡¡he visto a Woody Allen!!). Seguiré por aquí.
ResponderEliminarGiovanna.
¡Precioso! No renuncies nunca a nada.No dejes de errar de mil formas distintas aún cuando pegues,quizás algún día, los pies un poco al suelo¡Sigue!
ResponderEliminar