Es infame el sueño del dolor
que aún a apaleado corazón
sigue repartiendo guerra,
incluso en inferioridad.
Y hacia los muros ácidos,
la sustancia que me atrapa,
van o iban, ya remoto,
a estirones, yo a impotencia.
Mas más míseros mis males,
ahora que ni vivo, ni respiro,
ni ahogo en llanto; olvido.
Que voy de lado a lado; sí.
Mirando al frente, agobiado,
que entre plataformas muero,
por la que se hunde, veo,
que poco más; poco queda.
Y angustiado, por marcharme,
para llegar a una igual,
que no dura, que no hay pasión;
atroz; desinteresando.
----------------------------------------
Nadie puede oír las palabras tal y como retumban en mi mente. No hay más voces, ni siquiera la mía, sólo la del corazón que grita y chilla. Y lo hace, cómo no, como nadie más lo hace. No, nadie más conoce, cómo grita; cómo chilla.
---------------------------------------
Total de palabras escritas: 34250
Felices vacaciones.
ResponderEliminar